

Indicaciones
Por supuesto, el magnesio es esencial para la relajación muscular, pero ésa no es su propiedad más interesante. La que hay que recordar es su capacidad para dilatar los conductos excretores del organismo, como el conducto biliar, el tubito que evacua las secreciones del hígado, la vesícula biliar y el páncreas cada vez que tragamos algo.
Su tercera propiedad es que provoca una purga intestinal. En otras palabras: ¡diarrea! Pero sólo si el cuerpo necesita magnesio. Entonces toma el magnesio. En cuanto al azufre (sulfato), permanece en el intestino y necesita diluirse, de ahí la famosa mierda maloliente (el azufre huele a huevos podridos). ¡Muy agradable para los compañeros de piso!
Así pues, en caso de irritación de la vesícula biliar o de su conducto excretor, que se manifiesta generalmente por un dolor en el pecho detrás o encima del riñón derecho o por un dolor en el hombro derecho, abrir los conductos es la mejor solución para permitir que salga todo lo que pueda irritarla.
Por último, el sulfato de magnesio frena en seco la aparición de un resfriado.
Condiciones de uso
Disolver 1 sobre en 1 litro de agua: el sabor es muy amargo. Le aconsejamos que lo diluya en agua y coloque el frasco en el frigorífico (el frío reduce el amargor) y después mézclelo con zumo de frutas por la mañana al tomarlo.
Beber 1 ó 2 veces por la mañana en ayunas (máximo 20 días)
Composición
Sulfato de magnesio